En los complejos y campus universitarios son recibidos por las autoridades de cada facultad y luego comienzan la cursada de los cursos introductorios y primeras materias

En números que se sostienen e incrementan con el correr de los años, jóvenes de distintos puntos del país y de varias ciudades del centro de la provincia de Buenos Aires se radican por estos días en Olavarría, Azul, Tandil y Quequén, con el desafío de dar sus primeros pasos como estudiantes universitarios.
En los complejos y campus universitarios son recibidos por las autoridades de cada facultad y luego comienzan la cursada de los cursos introductorios y primeras materias de lo que serán carreras de tres o 5 años de duración, según hayan optado al momento de pensar esta etapa de sus vidas.
Además de estas primeras «cursadas», otros programas universitarios se van sumando durante este primer trimestre – como los relacionados a las actividades deportivas y culturales para la comunidad universitaria-, mientras que pueden registrarse en tanto ingresantes como usuarios de las bibliotecas y comedores de la Universidad.
La Secretaría de Bienestar Estudiantil informó que durante el transcurso del presente mes los ingresantes pueden acceder al beneficio SUBE en Tandil acercándose, con certificado de alumno regular, al punto municipal frente a Plaza Independencia en dónde se tramita.
También que desde el lunes 10 de febrero los comedores de los complejos y campus retomarán el servicio de menú estudiantil, otro beneficio al que acceden quienes eligen estudiar en la institución.
Hace pocos días, el rector de UNICEN Marcelo Aba se refirió a las inscripciones y al impacto de la situación económica de la Argentina en la expectativa universitaria. «Los números de inscripción comparados con el año anterior no tienen grandes diferencias, con carreras que pueden tener disminuciones y otras con incrementos, por lo cual, estamos en el mismo rango. Cuando se consolide eso en la cursada tendremos el dato final. Lo que si es cierto es que, en años de crisis, lo que suele ocurrir es que hay un cambio de balance en la conformación de la matrícula. Recibimos algún estudiante menos de afuera de cada sede, porque están los costos de alquileres y de vivir afuera, pero se aumenta el número de los locales, entonces la matrícula tiende a compensarse», aseveró Aba.